Por el juez Roberto Bernardino Piccarreto
Periodista legal
www.piccarretolawfirm.com
Si usted, un ciudadano estadounidense, desea traer a alguien de un país extranjero para casarse aquí en los Estados Unidos, puede considerar solicitar la Visa K1 a través de USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU.). La visa K1 se conoce comúnmente como la «visa de prometido». El proceso de visa de prometido puede ser algo complicado y el contratar un abogado probablemente sea lo mejor para uno, aunque no es necesario.
Para comenzar el proceso de visa K1, el ciudadano estadounidense presenta el formulario I-129F ante USCIS. Esto es el primer paso para traer a su prometido/a de su país para casarse en los Estados Unidos. Si se aprueba la visa, la pareja debe casarse dentro de los 90 días posteriores a la entrada del prometido/a en los Estados Unidos. Una vez casado, el ciudadano estadounidense puede solicitar la residencia permanente (tarjeta verde) de su cónyuge sin que éste tenga que abandonar el país, y también le permitirá obtener su permiso de trabajo, seguridad social y licencia de conducir, estando pendiente la entrevista para el ajuste a la residencia permanente de los Estados Unidos. Sin embargo, si la pareja decide no casarse dentro del período de 90 días, el prometido/a debe salir de los Estados Unidos.
El proceso de aprobación de la visa K1, como la mayoría de los procesos de inmigración, no es rápido y puede llevar mucho tiempo. En promedio, toma de 5 meses a más de un año, dependiendo de las circunstancias de cada caso. Todo comienza con una tarifa de pago actual de $535.00 y la presentación del formulario I-129F ante el USCIS en los Estados Unidos. Luego, la solicitud va al Centro Nacional de Visas (NVC), y luego la NVC se coordinará con el Consulado de los Estados Unidos en el país de origen de la prometida/o, donde se completará el balance del proceso.
Para obtener una visa K1 aprobada, se debe demostrar dos cosas muy importantes. Primero, debe probarse que ha conocido a su prometido/a en persona en los últimos 2 años, con ciertas excepciones aplicables, si no puede reunirse dentro de ese período; y dos, que existe un firme propósito de matrimonio.
Además, debe establecerse a través de pruebas documentadas de que ambas partes son legalmente libres de casarse y tienen la intención de hacerlo dentro de los 90 días posteriores a la llegada del prometido/a extranjero/a a los Estados Unidos. Es responsabilidad tanto del ciudadano de los EE. UU. como del prometido/a convencer al gobierno de que se han conocido personalmente en ese período de 2 años, inmediatamente después de la solicitud de visa K1 y que la relación es genuina. La pareja puede probar estos puntos mostrando fotos de la pareja juntos, boletos de avión, sellos de pasaporte, mensajes de texto, correos electrónicos, etc.
Además, se debe tener en cuenta que se pueden realizar verificaciones de antecedentes y seguridad en su prometido/a. Estas verificaciones incluyen varias búsquedas en bases de datos como la Seguridad Nacional, antecedentes penales y otras, para verificar el historial de su prometido/a extranjera. Estas verificaciones se llevan a cabo utilizando la información biométrica presentada por el prometido/a extranjero. Del mismo modo, si el ciudadano estadounidense ha sido condenado por algún delito violento, el ciudadano estadounidense deberá proporcionar documentos certificados de todos los informes policiales y registros judiciales que muestren el resultado del caso. Esta información se puede compartir con el prometido/a en su entrevista en la Embajada de los EE. UU. O en la Oficina del Consulado en su país de origen.
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: No se pretende asesoramiento legal. Este artículo ha sido preparado con fines de información genera, sólo para permitir que el lector aprenda más sobre un tema legal. Los hechos y circunstancias de cada persona individual son únicos y se debe consultar a un abogado para obtener asesoramiento sobre cuestiones legales específicas relacionadas con el caso de una persona.