Por: Maru Delarrans. Asesora Integral de imagen
Vestirnos es algo que hacemos todos los días, qué tal si lo hacemos de forma alegre, empática, creativa y amistosa con nosotras mismas, de hecho, esto podemos convertirlo en un hábito para así lucir bellas, empoderadas y felices cada día.
Lo ideal es empezar por hacer las paces con nuestro cuerpo frente al espejo, primeramente porque el único cuerpo perfecto que existe es el que tenemos, debemos aceptarlo, honrarlo y amarlo tal cual es, así y solo así sentirás placer y satisfacción al momento de pararte al espejo día a día para vestirte.
Después de hacer esta gestión de amor propio de aceptarte tal cual eres, pasamos a reconocer nuestro tipo de cuerpo para así ir creando, de forma progresiva, un clóset funcional de acuerdo a nuestro estilo de vida, este nos va ahorrar tiempo, dinero y frustraciones al momento de vestirnos, porque todas las prendas se fusionan entre sí y será mucho más fácil y creativo al momento de escoger cómo nos queremos vestir y lo que deseamos proyectar en determinada ocasión.
Tener mucha o poca ropa es una decisión muy personal, va a depender de cada quien, lo realmente importante es que al ir de compras seamos racionales y no emocionales. Para lograr hacer compras inteligentes y funcionales toma en cuenta este consejo: haz una lista de compra previa incluyendo presupuesto, ocasión de uso y lo que deseas proyectar.
Vestirnos es más que colocarnos ropa, es expresar a través de un lenguaje no verbal quienes somos, es decir esta soy yo, este es mi estilo y aunque las ocasiones de uso sean diferentes, el proceso de vestirnos siempre va a ser el mismo, por eso te invito a que pongamos en práctica un minuto de gratitud frente al espejo, aceptarnos, reconocernos y visualizar lo que deseamos proyectar, atrevernos a ser nosotras mismas a través de nuestra imagen y sobre todo a disfrutar cada día el proceso de vestirnos.
