Por: Dr. Hermes García Sánchez
Médicos son consultados frecuentemente por parejas preocupadas por su potencial de fertilidad. Algunas parejas buscan esta información incluso antes de intentar el embarazo y están especialmente motivadas para escuchar consejos sobre el impacto de los factores del estilo de vida en su fertilidad, así como en su salud general.
¿Qué es la fertilidad natural normal? – La mayoría de los embarazos se producen durante los primeros seis ciclos menstruales de intento de concepción.
En los primeros seis meses de intentar el embarazo, aproximadamente el 80% de las parejas concebirán; En los primeros 12 meses, aproximadamente el 85%, durante los próximos 36 meses, aproximadamente el 50% de las parejas restantes irán a concebir espontáneamente. Del 5 a 7% de las parejas que no han concebido después de 48 meses de intento de concepción sólo ocasionalmente lograrán una concepción espontánea.
¿Cuándo es el período fértil del ciclo? – El intervalo fértil en cada ciclo es de aproximadamente seis días e incluye los cinco días previos a la ovulación más el día de la ovulación. La probabilidad más alta de la concepción se produce cuando el coito ocurre uno o dos días antes de la ovulación y el día de la ovulación. Las mujeres pueden predecir el momento de la ovulación mediante el seguimiento de los cambios en el moco cervical o mediante un kit para medir la hormona luteinizante urinaria (LH).
¿Cuál es la frecuencia del coito óptima para lograr la concepción? – Las tasas más altas de embarazos ocurren en parejas que tienen relaciones sexuales cada uno o dos días; pero las que tienen relaciones sexuales regulares (dos a tres veces por semana), inmediatamente después del cese de la menstruación, deben garantizar que las relaciones sexuales caigan dentro del período fértil
Adicionalmente existen factores ambientales y de estilo de vida que afectan la fertilidad como:
Los lubricantes: algunos lubricantes inhiben la motilidad del esperma in vitro, sin embargo, un análisis secundario no encontró diferencias en la fecundidad. Aunque no hay datos convincentes que sugieran que el uso de lubricantes perjudique la fertilidad, el uso de lubricantes que no inhiben la motilidad del esperma, como el aceite mineral, el aceite de canola, el aceite de mostaza o la base de hidroxietilcelulosa (Pre-Seed) son los recomendados cuando se necesite un lubricante.
La Edad – La maternidad tardía puede disminuir la probabilidad de una concepción exitosa, y debe tenerse en cuenta en la planificación familiar y profesional. Las mujeres de 30 años son aproximadamente 40% menos fértiles que las mujeres de 20 años. La probabilidad de concepción depende en gran medida de la edad materna, pero la edad paterna también juega un papel, especialmente después de los 50 años.
Uso del tabaco: el uso del tabaco por parte de la pareja femenina, y posiblemente por la pareja masculina, se ha asociado con la subfertilidad y puede representar hasta el 13% de los casos. Estudios sugieren que gran parte de la subfertilidad asociada con el hábito de fumar se puede revertir dentro de un año del cese de fumar. Los posibles mecanismos para la subfertilidad en los fumadores incluyen cambios adversos en las trompas, útero, daño a los gametos, aumento del aborto espontáneo y embarazos ectópicos. En la pareja masculina el fumar produce disminución de la calidad del semen
Sobrepeso y obesidad: las mujeres obesas y con bajo peso están en riesgo de subfertilidad, así como otros efectos adversos para la salud. El efecto del Índice de Masa Corporal (IMC) sobre la fertilidad masculina no está claro.
Un IMC de 18,5 a 25 kg / m2 se asocia con poco o ningún aumento en los riesgos para la salud y, por esta razón, es deseable un peso adecuado. Estudios informan que los adolescentes obesos (IMC> 30 kg / m2) tenían más del doble de probabilidades de permanecer sin hijos que los adolescentes de peso normal y un aumento del aborto espontáneo.
Ejercicio: la fertilidad femenina puede verse afectada negativamente por el aumento de la intensidad y la duración del ejercicio. Por este motivo, sugerimos que las mujeres con IMC <25 kg / m2 que intentan concebir limiten el ejercicio vigoroso a menos de cinco horas por semana. La fertilidad masculina no parece verse afectada por el ejercicio. La intensidad y la duración del ejercicio pueden afectar la fertilidad femenina, pero el tipo específico de ejercicio no parece ser un factor. En algunos estudios epidemiológicos, la actividad física vigorosa / intensa se asoció con infertilidad ovulatoria.
Consumo de alcohol: el consumo moderado de alcohol de 2 o menos bebidas al día probablemente no tenga o tenga efectos adversos mínimos sobre la fertilidad, pero es probable que se eviten niveles más altos de consumo de alcohol al intentar el embarazo. La mayoría de los estudios han informado que ingesta de alcohol moderada tiende a que se tome más tiempo para lograr un embarazo y tienen un mayor riesgo de someterse a una evaluación de infertilidad. El consumo excesivo de alcohol por parte de la pareja masculina está relacionado con anomalías en la función gonadal, incluida la producción reducida de testosterona, la impotencia y la disminución de la espermatogénesis
Dieta: en las parejas sanas, no hay pruebas sólidas de que las variaciones en la dieta, como las dietas vegetarianas, las dietas bajas en grasa y las dietas enriquecidas con antioxidantes, mejoren la fertilidad. Sin embargo, la enfermedad celíaca no diagnosticada no tratada puede causar subfertilidad femenina o masculina, que se resuelve con Adoptando una dieta sin gluten.
Cafeína: la fertilidad femenina no parece verse afectada por el consumo de cafeína de menos de 200 mg por día, incluso para las mujeres sometidas a terapia de fertilización in vitro. Por lo tanto, las mujeres que contemplan un embarazo pueden tomar una o dos tazas de café de 6 a 8 onzas por día sin afectar negativamente su capacidad para concebir
Estrés: muchos estudios observacionales han sugerido que el estrés está asociado con la infertilidad y, a su vez, el diagnóstico y el tratamiento de la infertilidad claramente pueden ser estresantes, por lo tanto, reducir el estrés antes del tratamiento de la infertilidad mejora las tasas de embarazo.
Factores ambientales: los contaminantes ambientales y los tóxicos, como los disolventes de limpieza en seco, los metales pesados, los pesticidas y posiblemente el bisfenol A (BPA) pueden tener efectos adversos sobre la fertilidad y el embarazo.
Comportamiento sexual: la infección por clamidia y gonococo no tratada puede provocar una enfermedad inflamatoria pélvica, que puede llevar a la infertilidad femenina. En los años anteriores al intento de embarazo, las personas deben adoptar conductas sexuales, como el uso de condones, que reducen el riesgo de contraer estas y otras infecciones de transmisión sexual.
