María Pelayo. Logrando el éxito con sencillez y humildad

Por: Marle Fabiola Gonzalez

Llegó a Estados Unidos con 11 años de edad acompañada de su mama y sus hermanos, sin papeles, a vivir a casa de una tía en La Ensenada, California. Al cabo de 6 meses logran reunirse con su padre quien residía en Chicago, y allí comienza su historia.

Batallando con todo lo que dejaba atrás, sus amigos, su casa, su vida, María comienza sus estudios en la escuela, al mismo tiempo que se convierte en la ayuda de sus padres. Aunque siempre estuvo consciente que todo era para mejor, por ser la mayor de 6 hermanos le tocó madurar antes de tiempo, cocinar, lavar, planchar y quedarse en casa en lugar de ir a la escuela cuando no había quien cuidara a sus hermanos, a pesar de esto, no se acomplejaba, ni se molestaba, ayudaba a su familia porque desde pequeña supo que su situación era difícil y que debía hacerlo.

Al graduarse de High School se casa y queda embarazada de su primera hija, se complicaron las cosas, pues debía cuidar a la bebé, trabajar en una fábrica, y ahorrar dinero. Luego de dos hijos y de varias mudanzas en Chicago por la inseguridad de las zonas ya que no querían que sus hijos estuvieran cerca de las gangas, su esposo se cansa y comienzan a pensar en la idea de cambiar de estado.

En una visita que le hicieron a su hermana que vivía en Georgia, se dieron cuenta que no había muchos sitios donde comprar comida o artículos mexicanos, además, había muy pocos restaurantes mexicanos pero muy americanizados. Así que con la idea de abrir negocio deciden finalmente mudarse a Georgia. Como a ella le gustaba cocinar pensó en una venta de comida, pero su esposo creyó que era mejor una tienda, era un poco más tranquilo y podían traer a sus hijos con ellos al negocio. Así que alquilaron un lugar en Beaver Ruin y abrieron su primer local: Jalisco Supermarket.

Su local era de 2000 pies cuadrados y empezaron a viajar a Chicago para traer mercancía, porque aquí no había muchos proveedores y los pocos que había eran muy costosos, comenzaron vendiendo solamente latería, algunos artículos perecederos y unas pocas verduras.

Sin experiencia en negocios y los hijos enojados y rebeldes por el cambio, por no estar a gusto en sus nuevas escuelas (en donde casi no había hispanos) los primeros meses fueron bien difíciles para esta familia, pero aun así pudieron seguir adelante con el negocio.

Tiempo después se desocupo el local de al lado y vieron la oportunidad de rentarlo y ampliar su negocio, ella comenzó a cocinar tamales en su casa y los llevaba al negocio para la venta, así poco a poco los clientes comenzaron a pedirle mas cosas y fueron ampliando el menú. Adicionalmente su esposo mantenía su trabajo y llevaba sodas y snacks para vender. El primer domingo que vendieron $500 fue una alegría para ellos. Cambiaron el nombre de Jalisco Supermarket a Supermercado Jalisco y luego de 7 años abrieron su segunda tienda en Lawrenceville.

Ella no quería otro local, porque sentía negligente con los hijos, decía que era mucho trabajo y estaba muy cansada, pero no cansada de trabajar sino, de no darle a sus hijos la prioridad y la importancia que sentía que debía darles, igual a la relación con su pareja.

Pero accedió, inauguraron su segunda tienda y un amigo les ayudó a manejarla, siguieron constantes, trabajando, y luego de 26 años Supermercado Jalisco cuenta con 7 sucursales. “No es fácil, pero con persistencia y de la mano de Dios todo es posible” nos afirma María.

“La noche antes de abrir la tienda oré y le dije al Señor: esto es tuyo, no se qué va a ocurrir, pero es tuyo. Hoy en día le agradezco a Dios que me haya dado la oportunidad de ver los frutos y darle a Él lo que es de Él”.

Adicionalmente, María pertenece a una fundación de mujeres que se llama Christ My Redentor Fundation, que ayuda a personas sin vivienda, a iglesias en Guatemala y a mujeres que tienen problemas de depresión, en sus matrimonios o que no consiguen empleo, y trabajan en conjunto con la Fundación Renacer.

“Tengo presente que mi mama siempre me decía: -Y como le hice yo con tantos?, sin la fe en Dios nada se puede- y Dios fue quien me sostuvo siempre porque vi su mano en tantas ocasiones”.

“Debemos tener fe primeramente en Dios y luego en uno, que eres fuerte, que puedes hacerlo, que no hay nadie que te trunque mas que tu mismo, las circunstancias son difíciles, pero no imposibles”.

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