Por: Verónica Molina
Hace unos meses fui invitada a un Bridal Shower concepto nuevo para mí, indagando un poco para saber qué era y cómo debía vestir, me encontré con que es una reunión para compartir, de origen norteamericana, con más de un siglo de antigüedad. Se celebra entre 6 y 4 semanas antes de la boda, con una duración de 3 a 4 horas máximo y donde amistades sólo femeninas de la novia y que obviamente están invitadas a la boda, asisten. Puede celebrarse en casa de los padres de la novia, alguna amiga o restaurante.
Desde mi punto de vista es una despedida de soltera más relajada y a la cual podemos invitar a la futura suegra y hasta a nuestra jefa, sin el temor de ser avergonzada. En esta tarde de juegos, cocteles y postres cuya anfitriona fue la dama de honor, las invitadas llevamos algún regalo para la agasajada (que podía estar o no en la lista elaborada por los novios como obsequio de bodas) pero que debería servirle a la novia en su noche de boda o luna de miel y que al final de la velada, la homenajeada abre en presencia de sus invitadas (sí, se parece al baby shower).
Ahora bien, la despedida de soltera conocida por la mayoría, donde la dama de honor o mejores amigas de la novia organizan una fiesta o viaje para celebrar el último momento de soltería de la señorita, dependiendo del gusto de la futura señora casada, puede llegar a ser un poco más extrovertida y en muchos casos las involucradas hacen un voto de secreto al estilo de: “lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”.
Hay quienes opinan que ambos eventos no son lo mismo, para mí sí lo son, la diferencia está en la personalidad de la novia y que para una llevamos regalo y para la otra sólo vamos a celebrar con nuestra amiga su último paseo como soltera y desearle la felicidad que se merece.
