Por: Paola Andrea Palacio. CEO y Directora Development of the Human Potential
La crianza consciente es una filosofía de vida global que pone el bienestar de nuestros hijos en el centro de atención, permitiéndoles ser, sentir y actuar como son, como nacieron para ser.
Este estilo de crianza implica hablar con nuestros hijos para comprender mejor las razones de algunos de sus comportamientos y aceptarlos por lo que son en lugar de juzgarlos. La aceptación sin juzgar no va de la mano con la crianza permisiva, sino que respeta y reconoce la existencia y los sentimientos del niño.
Claves para mejorar el vínculo con nuestros hijos
Lo primero que debemos hacer para construir relaciones saludables con nuestros hijos es abordar nuestra historia personal. Existe una fuerte conexión entre las actitudes y el comportamiento de nuestros hijos y a su vez, las actitudes y el comportamiento de nuestros padres en el pasado. Las personas repiten patrones y logran la maternidad y la paternidad con lo que nos dieron de niños. Son las herramientas que usamos para criar a nuestros hijos.
A veces nos resulta difícil comprender el comportamiento de nuestros hijos y comunicarnos con ellos, lo que genera discusiones y malentendidos. Si somos conscientes de nuestras necesidades infantiles, estaremos más cerca de las necesidades de nuestros hijos hoy.
Es ahí cuando la consciencia también pasa por comprender la relación entre ese malestar y las posibles heridas aún sin sanar, de nuestra propia infancia. De esta manera, estaremos rompiendo el eslabón de una larga cadena de patrones que se vienen repitiendo a lo largo de nuestra historia.
Otro aspecto muy importante es demostrar predisposición a escuchar a nuestros hijos siempre que nos quieran decir algo, y respetarles tanto como a nosotros nos gusta que nos respeten como adultos. Alejarnos de las críticas, los prejuicios y los reproches. Si alguna vez nuestros hijos nos ponen ante una situación muy complicada, busquemos la solución en equipo. No sirve quedarse estancado en el problema reprochándoles lo que han hecho; lo mejor es entender por qué lo hicieron y poder focalizar toda nuestra atención en la solución.
Mientras acompañamos el crecimiento consciente de nuestros hijos, estaremos siempre en contacto con sus sentimientos.
Quieren saber que sus sentimientos y necesidades son reales y que los entendemos, respetamos, amamos y aceptamos como son, para que no tengan que fingir, mentir u ocultar que son amados, porque siempre contarán con nuestro apoyo, nuestra aceptación y nuestro amor incondicional, seremos fieles a sus sentimientos y necesidades, así como nosotros lo seremos a los nuestros.