Por: Javier Ferrer
Vinotinto Academy
En el fútbol como en cualquier otro deporte, tenemos muchas historias emotivas, pero todas parten desde un mismo punto: la superación personal, y es donde aparece la disciplina; porque el esfuerzo, la constancia, el intentarlo una y otra vez hasta que funcione, es el motor para tocar el éxito y nos sirve a nosotros de inspiración para crear nuestra propia historia
Como entrenador es muy importante saber transmitir el conocimiento y experiencia al jugador infantil, pero es igual de importante que el jugador tome en cuenta el esfuerzo extra que requiere el desarrollar las habilidades, y no hablamos sobre solo ser bueno o intentar ser el mejor, hablamos de superarnos cada día a nosotros mismos, ser nuestra mejor versión para mejorar en lo que no dominamos.
Yo suelo recomendar siempre a los jugadores infantiles de soccer, con el permiso de sus padres, les permitan tener una pelota de tenis, e invitó al jugador a que se divierta en casa a conducir o driblar con los objetos como sillas, paredes, etc. el niño se encuentra con tantos objetivos que lo desafiarán con tal solo verlos, todo mientras domina y controla una pelota que es mucho más pequeña que la de soccer, un jugador adolescente se le orienta un poco más con sus horas de descanso, alimentación y régimen de entrenamiento según su competencia.
El jugador infantil o amateur puede tener mucho talento, pero la disciplina que tenga el jugador es lo que hará la diferencia entre ser bueno y llegar lejos, las oportunidades no avisan cuando llegan, y solo son aprovechadas por los que están preparándose constantemente, el deber de un entrenador será siempre mantener alerta al jugador para que no pierda el enfoque, pero depende el 110% de la disciplina del jugador acercarse o alejarse de sus objetivos.