Por: Javier Ferrer.
Cada día son más las maneras de estimular a nuestros hijos en busca de un crecimiento saludable, incluso aun cuando están en la barriga de mamá, algo indispensable para irlos preparando en los diferentes retos que atravesarán desde temprana edad y a lo largo de los años, pero hay algo que a veces escapa de los papás modernos, y es la importancia de la actividad física para el desarrollo de la motricidad.
De pequeños todos nosotros en algún momento hicimos alguna travesura, como el subirnos a un árbol, saltar algún cerco, lanzarnos de alguna altura arriesgada para nuestra edad, simples actos que, sin darnos cuenta, nos ayudó a controlar nuestro cuerpo de manera coordinada, desarrollando habilidades físicas de acuerdo con el desafío que hacíamos frente.
De igual modo sucede cuando se practica alguna actividad deportiva, y si es entrenada desde los 5 años, es muy probable que ésta sea dominada mucho más que alguna otra persona que la empezó a entrenar desde los 9 años, y es que el tiempo nos da experiencia, pero el dominio de la técnica es algo qué se entrena día a día, y esto aplica para todo en la vida.
Como atleta y entrenador de fútbol con más de 10 años de experiencia ensenando a niños y adolescentes, he aprendido la importancia de incentivar a los niños desde los 3 años en especial desde casa, enfrentando situaciones que deba superar, con la única finalidad de prepararlo en su crecimiento físico.
Y es que, si queremos que nuestros niños tengan una versatilidad lo más próximo a su edad, debemos partir desde casa, con diferentes retos como lanzar una pelota, el gatear, el reconocer un objeto y poderlo manipular de manera fácil, todo esto no se logra de la noche a la mañana y por tal motivo es de suma importancia realizarlo cuanto antes como un simple entretenimiento para él.
En muchas autobiografías de jugadores profesionales, comentan como ellos desde pequeños empezaron a sentirse motivados a realizar algún deporte, que comenzó por ser un juego divertido, que al tiempo fueron dominando y a su vez aprendiendo roles o experimentando situaciones que fueron superando, logrando así convertirse en atletas élites.
El mejor consejo que siempre puedo darle a un padre es que los niños tienen habilidades por desarrollar que desconocen, pero con motivación, dedicación, juegos divertidos, ellos pueden desarrollarlos, aun así, cuando el niño no muestre ningún interés por los deportes, es la manera más saludable de ayudarlo en su desarrollo físico, complementado por valores deportivos como el respeto, la disciplina, el esfuerzo, la perseverancia y compromiso.