Cesar Mendoza. Un paralegal con una gran vocación de servir al inmigrante.

Por: Marle Fabiola González

Cesar Mendoza, venezolano de nacimiento llega a La Ensenada, baja California en México en 1999 trabajando como pescador mientras estudia inglés, un año más tarde se traslada a Alaska en donde reside por 2 años, y es cuando toma la decisión que emigrar a los Estados Unidos.

Luego de trabajar en barcos camaroneros en California, recibe una oferta de trabajo en el área de ventas la cual decide tomar y se muda a Houston, donde vivió y trabajó durante 9 años, gracias a que hablaba inglés y por su vocación de servir a los demás comenzó a ayudar a sus amigos y conocidos con sus
trámites, lo que se hizo cada vez más frecuente y despierta su interés por los temas legales, razón por la cual decide hace 3 años certificarse como paralegal en “American Paralegal Institute” y allí comienza su carrera.

“Cada ley tiene su proceso en este país, el proceso es muy bueno y se cumple a cabalidad y eso me gusta, por eso me inclino hacia el proceso, como paralegal no puedo orientarte a qué hacer con tu caso, pero una vez que tienes la decisión tomada de lo que quieres hacer, entonces te indico cual es el proceso”. Nos
comenta.

Lo más difícil que le ha tocado hacer es educar a los hispanos, “Queremos resolver las cosas como se resuelven en nuestros países o de la manera que creemos que deben resolverse, pero olvidamos que en este país existe un proceso, esos procesos se cumplen y yo estoy aquí para gestionarlo y acompañarlos
durante todo el trámite hasta su buen resultado”. Esto amerita mucha paciencia, una cualidad que ha sabido desarrollar para tratar con sus clientes de la mejor manera y orientarlos al cumplimiento del proceso.

La satisfacción mas grande son los mensajes de sus clientes cuando sus casos han sido procesados y finalizados con éxito, nunca olvidara la primera cliente que le llamo para contarle que su asilo político había sido aprobado o la primera persona a quien ayudó con su residencia. “Esas son las satisfacciones que te deja este trabajo y que te da toda la motivación para salir adelante, porque le puedes cambiar la vida a los demás”.

A todos los inmigrantes les recomienda dos cosas: “siempre he creído que tengo que trabajar para lograr mis sueños, vine a este país convencido de que iba a hacerlo, sabía que no quería trabajarle a nadie, quería ser independiente, tener la determinación de lo que quieras hacer es lo principal, y en segundo lugar tienes que darte cuenta que éste es el país de las oportunidades, pero las oportunidades no vendrán a tocar a tu puerta, tienes que salir a buscarlas”.

“Yo vine con esa determinación, a trabajar para mí, a hacer de mi vida lo que quiero hacer, lo que no pude ser, o lo que me robaron en mi país natal Venezuela, lamentablemente, al igual que muchos venezolanos, no quería salir de Venezuela, porque allí logramos muchos sueños, ahora ese país ya no existe. Luché para cambiar lo que viví por algo mejor, es difícil si, pero lo puedes lograr. Si tienes la determinación y crees que lo puedes hacer, lo vas a lograr”.

“Lo mejor es conocer las diferentes culturas, es increíble, adoro a México y al mexicano, ellos tienen mucho que enseñarnos como emigrantes, los centroamericanos son muy humildes y creen en ti, es una gran satisfacción conocer tantas culturas y tanta gente buena, que te inspira respeto y te motiva a dar lo mejor en el trabajo que haces”.

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